Cerradas las vacaciones de invierno en Tucumán y con dos semanas que sirvieron de prueba para los servicios turísticos, comienzan ahora las evaluaciones, aunque preliminares, mientras los destinos locales continúan recibiendo turistas de las provincias que ahora entran en vacaciones.
Un balance rápido, más cualitatitvo que cuantitativo mientras se esperan los datos más duros vinculados a la ocupación y gasto promedio, da un saldo positivo, según evalúa Elena Colombres Garmendia, vicepresidenta del Ente Tucumán Turismo.
“Tenemos la percepción de un balance muy positivo. No solo por el movimiento turístico que hubo, sino en el sentido de que se ha podido trabajar, y eso es algo muy importante para los ánimos del sector, subjetivamente es muy positivo. Tengamos en cuenta que no estamos hablando de turismo pospandemia, sino de turismo en plena pandemia”, sostuvo Colombres Garmendia, en diálogo con LA GACETA.
Según su evaluación, la pandemia trajo ciertas consecuencias positivas en el sector turístico, como por ejemplo una vuelta a la esencia del servicio, como ella lo define. “Ser anfitriones es la esencia del turismo, y la posibilidad de abrir los servicios durante la pandemia nos reconectó con eso, es un volver al eje”, señaló.
Por otro lado, la funcionaria destacó que -aunque haya sido por obligación- el tucumano se puso en “modo turista” en su propia provincia, animándose a recorrer, contratar servicios, y estar permeable a sorprenderse en su propia provincia. “El modo turista implica salirse del modo ciudadano y estar dispuesto a vivir las experiencias que el turismo local tiene para ofrecer, del mismo modo que lo vive alguien de afuera. Si bien es algo que se dio casi por obligación, ante los temores o dificultades de irse a otro lado, es algo enormemente positivo para Tucumán y para los tucumanos. Como decimos siempre, solo se quiere lo que se conoce, y esta ha sido una oportunidad de (re)conocer la provincia”, subrayó.
Colombres Garmendia destacó además que el gran cambio de paradigma fue la predisposición de las personas a vivir experiencias y no solo a quedarse con lo contemplativo del turismo. “La gente ya no se conforma con comprar la artesanía o el vino. Quiere hablar con los artesanos, visitarlos, conversar con ellos, conocer las bodegas, saber cómo es el proceso del vino tucumano”, ejemplificó.
Por el buen camino
Los empresarios del turismo también han visto vientos favorables en estas dos semanas de vacaciones. “Los números anduvieron muy bien dentro de lo que esperábamos. Podemos hablar de un buen resultado dentro de un contexto de pandemia con turismo solamente nacional. No se puede comparar con 2019 que es prepandemia ni con 2020, que estuvimos cerrados”, evaluó Héctor Viñuales, presidente de la Federación Económica de Tucumán y de la Federación de Cámaras de Turismo de la Argentina.
“Pudimos trabajar y tuvimos destinos con muy buenos números, lo que nos indica que vamos por el buen camino con todos los cuidados y los protocolos. Por supuesto los Valles estuvieron muy bien, como así también San Javier y San Pedro. La ciudad quizás no tanto, pero es algo esperable si se tiene en cuenta que el turista en pandemia busca entornos más naturales y abiertos y no tanto ciudades”, explicó.
Según Colombres Garmendia, algunos destinos dieron a sorpresa. Es el caso de Yerba Buena, que fue elegido por muchos viajeros para instalarse. “Hubo innovación en la oferta, por ejemplo en el caso de Ampimpa, que en el Observatorio se sumaron actividades y hasta una casa de té. Todo eso suma a la experiencia”, finalizó.